2007/05/01

De neutralidad y Benito Juárez

Apareció en elpueblo.com de Chihuahua.Chih.

EDITORIAL

Jaime García Chávez (30/04/2007) De neutralidad y Benito Juárez

Mi entrega de hoy tiene dos momentos. El primero se refiere a un tema de relaciones internacionales: la neutralidad en México en el conflictivo mundo que vivimos y, el segundo, la presentación de la estupenda biografía de Abreu Gómez sobre Juárez, obra imperecedera que con amor el yucateco dedicó a niños y niñas de nuestra patria.
I
La mayoría panista de la Comisión de Defensa Nacional de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión aprobó un dictamen proponiendo la derogación de la Ley Para Conservar la Neutralidad del País, promulgada el 10 de noviembre de 1939 por el presidente Lázaro Cárdenas del Río con el refrendo de los secretarios Eduardo Hay e Ignacio García Téllez, de Relaciones Exteriores y Gobernación respectivamente cuya trascendencia es tal que permitió a México navegar con éxito en la arena internacional, sobre todo durante la confrontación bipolar de la Guerra Fría.
Se argumenta que la ley carece de efectividad desde 1942, fecha en la que el Ejecutivo declaró la guerra a las potencias nazifascistas del Eje, omitiendo señalar que esta se hizo luego del hundimiento de dos buques mexicanos por Alemania, y que ha sido el único episodio en que México participó, por voluntad propia, en una confrontación bélica.
El dictamen, de aprobarse por el Pleno de los Diputados, traería serias consecuencias al país de colmarse su propósito en el Senado, actuando como Cámara revisora, porque permitiría al Gobierno federal (el presidente de la República) sumarse sin restricciones legales a las aventuras bélicas de los Estados Unidos de América, sobre todo, a la luz del acuerdo elaborado en secreto al que se denominó: Alianza para la Seguridad y Protección de América del Norte celebrado entre Estados Unidos, México y Canadá, de tal manera que, de no desecharse, sería imposible permanecer al margen de los conflictos de nuestro vecino país, cuyas actitudes beligerantes e intervenciones armadas son una constante que cobrará mayor fuerza con acciones e iniciativas como la que hoy se analiza por los diputados federales.
La Ley Para Conservar la Neutralidad del País ha sido garantía en la defensa de la soberanía mediante mecanismos pacíficos como lo es precisamente la condición de un país neutral, circunstancia que ubicó a México como una autoridad moral en materia de pacifismo y de defensa de la no intervención y del respeto a la autodeterminación de los pueblos, razón por la cual no encontramos argumentos válidos para pretender ahora su derogación, salvo que se pretenda dar un rumbo diametralmente opuesto a la política en materia de seguridad y relaciones exteriores abandonando estos principios.
Su abrogación es asunto que a todos los mexicanos nos corresponde y nos afecta pues un alineamiento mexicano a la retaguardia de los Estados Unidos nos pondría en la mira del terrorismo internacional sin deberlo ni temerlo. El trágico suceso, pongamos por precedente, de la Estación de Atocha en Madrid es producto de la irresponsabilidad del gobierno del Partido Popular de Aznar que se entregó a los intereses norteamericanos inútilmente y pagó una cuota estremecedora de sangre. ¿Se quiere, por ejemplo, que algo similar pueda suceder en la terminal capitalina del Metro La Raza? ¡Solo pensarlo estruja el alma!
¿A qué mexicano le hace daño la ley que se quiere destruir si solo dispone que no serán admitidos ni podrán permanecer en puertos, fondeaderos o aguas territoriales mexicanos, los submarinos de potencias beligerantes equipados para usos de guerra; los barcos destinados o armados para guerra de corzo y aeroplanos o naves aéreas militares de país beligerante? ¿Alguien en este país quiere a nuestro territorio como base militar de Estados Unidos?
Como es fácil advertir, la vigencia de esta ley es incuestionable y en nuestros días su existencia y actualidad revisten mayor importancia para fortalecer la política mexicana ante el proyecto belicista de los Estados Unidos de Norteamérica que pretende generar una alianza militar hemisférica que constituya un escudo en contra de los enemigos que ha concitado su política intervencionista.
Hoy los valiosos principios de política internacional de nuestro país están vivos: la autodeterminación de los pueblos; la no intervención; la solución pacífica de controversias; la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales; la igualdad jurídica de los estados; la cooperación internacional para el desarrollo; y la lucha por la paz y la seguridad internacionales. Reconozco que en el mundo actual hay que hacer adecuaciones y que la presencia de México debe ser más activa en el orbe pero siempre echando por delante los intereses de México, de manera transparente y sin dejar a la Presidencia de la República que en medio de la opacidad pacte y venda a los mexicanos.
Con estos argumentos, el pasado jueves se votó por unanimidad exhortar al Pleno de la Cámara de Diputados para que se preserve la vigencia de la Ley Para Conservar la Neutralidad del País y, además, invitar a todos los congresos de las entidades federativas y a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal a sumarse a la excitativa emitida por los diputados locales de Chihuahua.
Es un tema esencial que todo el país debe tener en cuenta y participar para impedir el despropósito de tratar de unirnos a una potencia militar que solo traería desgracias a México .
II
Solo la pluma de don Ermilo Abreu Gómez (Mérida 1894-México 1971) pudo crear la obra Juárez, su vida contada a los niños, aparentemente destinada a infantes pero que no les viene mal a los adultos. El yucateco fue maestro de las letras y notable educador, de todo lo cual dejó sobrados testimonios por sus entregas a prestigiadas revistas como Contemporáneos y textos memorables como Canek, traducido a las grandes lenguas universales.
Amante del progreso y revolucionario de su tiempo, se propuso y logró la tarea de explicar de manera sencilla y honda la obra del liberal Benito Juárez, abrigando siempre la esperanza y el optimismo de que nuestro país se fortalece con el ejemplo de uno de sus líderes más notables al que debemos la Reforma y la restauración de la República. Hoy, nos dicen los historiadores, es necesario reinventar nuestro pasado; convengo, a la vez que reafirmo, la necesidad de que las nuevas generaciones tengan una visión precisa de la figura de Juárez, más ahora que fundamentalismos y conservadurismo reaparecen pretendiendo causar severa lesión al estado laico garante de la tolerancia y la democracia. Y, ya que hablamos de tolerancia, es pertinente la interrogante de Popper: ¿se puede extender de manera ilimitada a aquellos que son intolerantes? Hoy esta pregunta tiene gran pertinencia en la sociedad mexicana. El preconizador de la sociedad abierta da un consejo oportuno: si no nos hallamos preparados para defender una sociedad tolerante contra las tropelías de los intolerantes, el resultado será la destrucción de los tolerantes y, junto con ellos, de la tolerancia. Por eso nunca ha tenido en los años recientes mayor vigencia el apotegma juarista: “El respeto al derecho ajeno es la paz”.
La obra de don Ermilo no ha perdido vigencia y contribuye a que niñas y niños reconozcan en Juárez un estupendo ejemplo de patriotismo y honradez reconocido universalmente, notas poco comunes en los dirigentes que ha tenido este país. Lec dijo: “A los grandes hombres no los engendran las madres, sino los plutarcos”. No sé cuántos figuren sin mérito en Vidas Paralelas del notable historiador griego, pero la permanencia de Juárez se coloca al margen de la simple literatura, sobre todo de la de mala calidad y está también en su nacimiento del vientre de una madre indígena y en un país que terminaba tres siglos de coloniaje.
Esas raíces llevaron a Juárez a reflexionar en distintos momentos sobre los buenos hijos de México y produjo las páginas que él dedicó a sus propios hijos. Abreu Gómez, con palabras sin igual, nos adelanta en esa biografía indispensable para México y, particularmente, para los pequeños del siglo que recién nació. Por eso la Secretaría de Educación y Cultura y el Congreso del Estado de Chihuahua llevan a sus manos el imperecedero texto que alentará vidas nuevas para una nueva República.

COMENTO YO:
Solo a los que según ellos (los panistas) luchan por la vida, se les ocurrió aprobar en fast-track una ley que autoriza la participación en guerras ajenas.

Hablar y conocer a Benito Juárez siempre será saludable para todos los mexicanos y extranjeros.
Su obra y defensa de México en contra de conservadores y paises extranjeros, no deberiamos ignorarla.

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