2007/11/02

TABASCO NECESITA DE TODOS NOSOTROS

La desgracia NATURAL que afecta en este momento a tabasco, requiere de la ayuda de todos nosotros.




Y podemos apoyar a más de un millón de hermanos que viven en Tabasco, llevando nuestra cooperación por modesta que sea a los lugares de acopio que se han establecido. Todas las delegaciones del D.F. Oficinas de Andrés Manuel López Obrador en la calle San Luís Potosí #64 esq. Córdoba Col. Roma o bien a las delegaciones del D.F. En todos los bancos se han abierto cuentas para brindar nuestro apoyo en efectivo.

ANEXO ABAJO EL COMENTARIO QUE HE ENVIADO A VARIOS PERIODISTAS QUE CONSIDERO HONRADOS Y VERACES, TALES COMO RICARDO ROCHA, MIGUEL ANGEL GRANADOS CHAPA, CARMEN ARISTEGUI, JORGE SALDAÑA Y OTRS MÁS A LOS QUE LES SUPLICO ME DISCULPEN POR NO MOSTRAR SUS NOMBRES.

Es una verdadera desgracia lo que está sucediendo en VILLAHERMOSA, y me parece muy loable que se hayan instalado muchos centros de acopio y se haya abierto varias cuentas bancarias para depositar ayuda para los hermanos tabasqueños.

Como no puedo olvidar lo que sucedió con el dinero del FONDEN que desapareció cuando lo dirigía CARMEN SEGURA, quién ahora está debidamente protegida como diputada plurinominal (impunidad controlada), recomiendo que la ayuda se lleve a las oficinas del PRESIDENTE LEGÍTIMO ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR ubicadas en la calle de San Luís Potosí #64 esq. Córdoba Col. Roma o bien a las delegaciones del D.F.

Por cierto que Felipe Calderón tiene razón cuando menciona que “es el mayor desastre NATURAL que ha afectado a México”. Y es NATURAL que no haya podido haber previsión de este desastre, ya que los $2,000 millones de pesos que donó PEMEX a los ex-gobernadores Madrazo y Andrade, para prevención de inundaciones, SE DESAPARECIERON POR ARTE DE MÁGIA.







APOYANDO SIEMPRE EL PROYECTO DE AMLO

Fragmentaciones . . . una notas.

Se desangra mi razón, la miro húmeda, mojada.

Como si ese llanto de tantas veces experimentado, me hubiera empapado de nuevo con su peso y su fragancia estrecha y profunda.

Me duele la razón por pensar mi razón, sin embargo también eso soy.

Porque soy, viví, y porque viví, hablo y escucho y sonrío, y construyo mi silencio, y magnifico mis movimientos, pues cada uno de ellos lleva en el seno, el rostro del acto, del hecho fundamental, del hacer, del sentir.

Nada en el sano juicio de la intensidad de las palabras proyecta un espacio inutil, vacío . . . todo lo ocupamos, las risas, las carcajadas, las miradas, las caricias, la imaginación hecha impulso, el deseo hecho acto profundo, las palabras atravesando los límites de nuestros propios lenguajes. Nada fué inútil, nisiquiera tus enfados, los caprichos, las indiferencias, las ausencias, las palabras y sonidos no emitidos, nada fué inútil. Los espacios ocupados nos permitieron vernos en nuestra justa dimensión, desnudos con nuestros prejuicios, desengañados con nuestras verdades, y mirándonos de frente recordamos quienes eramos antes de estar, y nos afirmamos distintos, diferentes, pero complementarios. No quisimos escucharnos, no miramos las espaldas que manteníamos como rostro constante, no depositamos la fragancia del enamoramiento como constancia interna. Partimos de nuestros puertos, para diluirnos en la espesa bruma superficial, nos cosumimos de frente a nuestras debilidades absurdas, cual disputa estéril, nos rendimos ante nuestros miedos y olvidamos quienes eramos, cada uno, Tú y Yo, él, ellos, Ustedes. Y así pasó el tiempo, y riéndose de nosotros, se sentó a mirarnos con la tranquilidad que dá la certeza del movimiento, del cambio, de la trasnformación natural y metafísica que poseen los cuepos y las mentes que se transportan y se conjugan a fondo. Es el secreto de la física cuántica, que magnifica sus distancias y sus momentos, que simboliza su fuerza y concientiza sus alcances estratosféricos. Es materia y sentido, es escencia y destino, pero finalmente somos y estamos. Sin olvidar quienes somos, vivir es una exigencia sobrenatural que alimenta el alma y la hace vibrar por vivir, es el proceso dialéctico y pedagógico de los riesgos vividos y evaluados a fondo. Es como el destello de la enigmática luz lunar que se asoma y nos mira mientras padecemos nuestro propio extravío.

Y así en el ocaso de tu olvido, te observo de nuevo para extenderte esta sonrisa como constancia de tu presencia.

Desde algún lugar del universo intergaláctico

MIguel A. Jauregui M.



APOYANDO SIEMPRE EL PROYECTO DE AMLO