2007/04/17

Matanza

En POR ESTO de Yucatán



martes, 17 de abril de 2007

Armado con dos pistolas y con varios cargadores, el sujeto abrió fuego alrededor de las 7:15 en el cuarto piso de los dormitorios West Ambler Johnston, atacando luego el salón Norris. Dos personas fallecieron en los dormitorios y otras 31 en el salón Norris, entre ellos el atacante, quien se suicidó de un disparo en la cabeza. Varios estudiantes saltaron por las ventanas, presas del pánico. (LA REPUBLICCA/CNN)
Joven abre fuego indiscriminadamente en la universidad de Virginia Tech y mata a 32 estudiantes antes de suicidarse con un tirio en la cabeza / Es el peor tiroteo en la historia de Estados Unidos / Decretan estado de emergencia en el Estado de Virginia / Terror y pánico
BLACKSBURG, Virginia, EE.UU., 16 de abril (AP/AFPP).- Un individuo abrió fuego en la universidad universitario en la historia de Estados Unidos, dejando víctimas en dos ataques separados por un par de horas de de derramamiento de sangre terminó con el suicidio del supuesto atacante, lo cual elevó el número de muertos a 33, marcando esta pintoresca comunidad con una tragedia inolvidable.
Las autoridades no han determinado los motivos del tiroteo. La identidad del atacante no ha sido dada a conocer y se desconoce si era un estudiante y se especula la existencia de otro tirador.
Asimismo, las autoridades de Virginia decretaron el estado de emergencia en la Entidad.
“Hoy la universidad fue golpeada por una tragedia de proporciones monumentales”, dijo el rector de la universidad, Charles Steger. “La universidad se encuentra conmocionada y de hecho aterrorizada”.
El rector enfrenta varios cuestionamientos sobre el manejo de la crisis por parte de la universidad y sobre si se hizo lo suficiente para advertirles a los estudiantes y protegerlos luego del primer incidente. Algunos alumnos se quejaron de que no hubo advertencia alguna de parte de la universidad sino hasta dos horas después del primer tiroteo.
Armado con dos pistolas y con varios cargadores, el sujeto abrió fuego alrededor de las 7:15 en el cuarto piso de los dormitorios West Ambler Johnston, atacando luego el salón Norris, a unos 800 metros (media milla) de distancia, en el otro extremo del campus de 1,052 hectáreas (2,600 acres). Algunas de las puertas del salón fueron encontradas cerradas con cadenas, al parecer por obra del atacante.
Dos personas fallecieron en los dormitorios y otras 31 en el salón Norris, entre ellos el atacante, quien se suicidó de un disparo en la cabeza. Al menos 15 personas resultaron heridas, algunas de gravedad.
Varios estudiantes saltaron por las ventanas, presas del pánico. Jóvenes y catedráticos se llevaron ellos mismos a algunos de los heridos, sin esperar a las ambulancias. Muchos quedaron atrapados detrás de las puertas cerradas con cadenas y candados.
Policías con armadura contra balas, cascos y fusiles de asalto se destacaron en el campus, mientras un estudiante grababa lo ocurrido con su teléfono celular.
Trey Perkins, quien estaba en una clase de alemán en el salón Norris, dijo al diario The Washington Post que el sujeto entró alrededor de las 9:50 y empezó a abrir fuego durante minuto y medio, haciendo un total de 30 disparos.
El atacante, dijo Perkins, primero le disparó al profesor en la cabeza y luego a los estudiantes. Perkins expresó que el sujeto tenía unos 19 años y mostraba una expresión “determinada, pero muy tranquila, en el rostro”.
“Todos se lanzaron al suelo en ese momento'”, dijo Perkins, de 20 años y estudiante de ingeniería mecánica. “Y los disparos parecieron durar una eternidad”.
Erin Sheehan, quien se encontraba en la misma clase, dijo que el atacante “se asomó dos veces, al inicio de la clase, como si buscara a alguien, antes de empezar a disparar”. Indicó que “parecía un chico normal, asiático, pero con un traje como de los niños exploradores. Traía un chaleco de color café claro y otro negro, quizás para las balas o algo”.
Así, al menos 33 personas murieron el lunes y decenas resultaron heridas en un tiroteo en el campus de la universidad Virginia Tech, en Blacksburg, incluido el agresor que se suicidó, en el ataque más mortífero en una universidad en la historia de Estados Unidos.
“Está confirmado que tenemos 31 muertos en la residencia Norris, incluido el atacante (...) Hay dos muertos confirmados del tiroteo en la residencia estudiantil Ambler Johnston”, anunció a la prensa el presidente de la universidad, Charles Steiger.
El atacante, que aparentemente habría actuado solo, se disparó a sí mismo, según la Policía del campus, que no especificó de quién se trataba ni las razones detrás de este ataque.
“No hemos confirmado la identidad del agresor debido a que no llevaba identificación”, señaló Steiger.
El drama recuerda al de Columbine (Colorado), que afectó profundamente al país cuando dos liceales asesinaron a 12 compañeros y a un profesor antes de suicidarse, el 20 de abril de 1999. De todas formas, no supera un ataque en 1927, cuando un hombre hizo explotar una escuela de Michigan, matando a 38 niños y 7 maestros.
Steiger explicó en conferencia de prensa que dos personas murieron en el primer ataque, en la residencia estudiantil Ambler Johnston a las 07:00 horas locales, y 31 personas -incluyendo el atacante- durante el segundo incidente dos horas después en un edificio de salones de clase.
La Policía precisó que era posible -pero todavía no seguro- que los dos dramas estén vinculados.
“Estamos trabajando intensamente para determinar si estos dos incidentes están relacionados”, aseguro el jefe de la Policía del campus, Wendell Flinchum.
Por su parte el FBI declaró que nada indicaba que el tiroteo se tratara de un acto terrorista. “Nada indica que esto sea un acto terrorista. Sin embargo, toda hipótesis será objeto de una investigación”, declaró Richard Kolko, portavoz de la Policía federal estadounidense.
El presidente estadounidense George W. Bush dijo el lunes que Estados Unidos está “horrorizado y entristecido” por el mortífero ataque.
“Las escuelas deberían ser lugares de seguridad, refugio y aprendizaje. Cuando ese refugio es violado, el impacto se siente en cada aula estadounidense y cada comunidad estadounidense”, dijo el mandatario en un breve comunicado.
“Se trata del peor tiroteo en un campus en la historia de nuestro país”, subrayó la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi.
El presidente de la universidad se refirió a “una tragedia monumental (...), un acto vacío de sentido, incomprensible y atroz”.
Los hospitales de la región habían informado de al menos 21 heridos. Algunos fueron alcanzados por disparos, otros resultaron heridos al saltar por las ventanas intentando huir, ya que las puertas habrían sido encadenadas por el atacante.
Estos testigos aseguraron a los canales de televisión estadounidenses que escucharon decenas de disparos y que se había registrado “un caos monumental”, mientras “muchos estudiantes corrían por todas partes, como locos”.
Un estudiante dijo a la CNN que el agresor ingresó al segundo edificio, trancó las puertas y comenzó a disparar en cada aula.
Otro estudiante contó en internet el caso de su novia, que recibió un balazo en la mano. El tirador, “que tenía un aire asiático”, ingresó en un salón de clases y disparó de 8 a 12 veces antes de partir a otra sala.
Una de las jóvenes que se encontraba en uno de los salones, Erin Sheehan, afirmó que el atacante "medía alrededor de 1.80 metros, parecía joven, asiático, estaba vestido de una manera extraña, como un boy scout (...), con una especie de abrigo militar negro”.
La cólera se adueñó el lunes de la Universidad Virginia Tech, donde estudiantes y padres acusan a la dirección del centro educativo de no alertar a tiempo de la presencia del asesino en el campus, algo que hubiera evitado el segundo ataque y la pérdida de 33 vidas.
“Hubo una pausa de más de dos horas (entre los dos tiroteos). No hay excusas para eso, para esa falta de información”, acusó Erin Mabry, de 25 años, estudiante de Virginia Tech.
COMENTO YO:
Tal parece que en E.U.A. no solo G.W.Bush está loco por cometer asesinatos, sino que hay muchos otros gringos locos sueltos por todo el mundo.

Nuevamente: realidad mata discurso

DEL MILENIO DIARIO


• Un peligroso business plan
• Patadas en el gabinete de seguridad

La virtud de la fatalidad, mi estimado, es la fortaleza. El régimen de Felipe Calderón está siendo sometido a la peor de las pruebas con el peligroso asunto sobre el descontrol, ineficacia y pasmo ante los embates del crimen organizado.

Porque más allá de haber solicitado una original tregua mediática de parte de funcionarios de Los Pinos con los temas que tiñen la nota roja nacional, my friend, no puede taparse el sol con un el dedo de una zanahoria y arreglón publicitario

Los delicados hechos ocurridos ayer donde, al cierre de este irreverente espacio, la cifra sobre cuerpos encontrados en diversos estados con signos claros de ajustes de cuentas entre el narcotráfico sumaban más de ¡21! ejecutados, es una señal irreducible de que (las vacaciones terminaron) la situación está peligrosamente fuera de control. Y que el discurso oficial sobre el aparente éxito de los Operativos whatever es sólo una pírrica aspirina (por no decir un insulto a la inteligencia del respetable) para el micrófono mediático.

El problema es que la misma delincuencia organizada está no sólo reorganizándose al interior ante el descabezamiento de algunos de los líderes que fueron extraditados con bombo y platillo hace unos meses, sino que, como en las grandes empresas, el business plan devela que se están diversificando en distintos rubros que abarcan áreas que antes no eran de su competencia... e interés.

¿De qué rayos le hablo?

Sin lugar a dudas ya sabe que la lucha por los territorios controlados por el cártel del Golfo & partners está siendo atacada sin misericordia por los chicuelos de Sinaloa & associates y, como casi siempre las cosas van junto con pegado, las complicidades municipales, estatales y federales de uno y otro bando están siendo hostigadas en esta cruenta guerra por el control de una plaza llamada México.

Documentos confidenciales de interesantes estudios, querido lector, demuestran que en el futuro muy cercano varios de los cárteles más poderosos estarán consolidando territorios para ir desarrollando, digamos, cuotas de piso (y paso), y que se están adueñando del negocio de fechorías como el robo de automóviles, secuestros, asaltos bancarios y otros delitos del fuero común. Aunado con el negocio que ha sido el narcomenudeo y en algunos simpáticos casos el tráfico de armas, más lo popularmente conocido como el trasiego de droga, engendra una hidra que abarca todas las esferas de la delincuencia que anhela con organizar y amagar a ese pequeño crimen desorganizado.

El peligro inminente es que el gobierno federal está perdiendo vertiginosamente status quo al haber perdido contactos esenciales con la controvertida entrega de los extraditables mexicanos al gobierno de Estados Unidos –que ya está con sus focos rojos ante la creciente ola de violencia— quedándose, en algunos casos, extraviado en el limbo de la divertida información. Sumado a las complicidades existentes al más alto nivel del Estado mexicano, el laberinto de Calderón se antoja como de terror.

Y entre la atractiva indecisión del inquilino de Los Pinos, la batalla del gabinete de seguridad por las áreas estratégicas —como entretenido botón ahí tiene el reciente nombramiento de Patricio Patiño Arias que fue resultado de un singular agarrón en una muuy sugestiva junta de esta parte del gabinete para definir algunos nombramientos y donde Francisco Ramírez Acuña, Eduardo Medina Mora y Genaro García Luna se dieron hasta con la cubeta— y la descoordinación entre las áreas de inteligencia federal, demuestran una única cuestión: no hay una idea clara (léase como neuronas) y mucho menos consenso en el proyecto integral para el combate al crimen organizado.

Porque quitando nombres y caras, si el secretario de Gobernación tiene su propio plan y de paso todo un ejército para implementarlo, el titular de la SSP-F tiene su propia estrategia y sus originales métodos, la cabecita de la PGR trae sus planes futuros, entre los que no destaca precisamente el de la seguridad nacional, nuestras fuerzas armadas pierden terreno e imagen y el inquilino de Los Pinos está confiado en que esto es sólo un panorama transitorio y no pone orden en el desorden, no debe sorprender que la delincuencia organizada esté concentrada en su visión de largo plazo consolidando el negocio y restregando día a día, con la nota roja, el fracaso monumental de este gobierno en materia de seguridad.

Pero, my friend, sobre aviso, no hubo engaño... aunque por desgracia, falta lo mejor.