2007/04/26

Un pequeño paréntesis . . .

MI BUEN AMIGO NOS ILUSTRA

Acaricio la sombra de esta locura citadina que me embriaga de nostalgía y me deja un sabor en el alma de sollozos y lágrimas de desigualdad. En donde el viento se anida, se anida la fuerza centrífuga que alimenta mi desvelo cada que postro sobre la mesa el papel en donde te escribo a la distancia. La entereza y la certeza de quién decide integrar en su mente esta realidad fáctica de despojos y desprecios institucionalizados, es la entereza de quién resiste el propio sistema sobre sus hombros que se van fortaleciendo mediante la lucha diaria que libra contra el desprecio y la marginación oculta de ésta sociedad fragmentada. Polarización es el alimento de los incrédulos y los omisos de la causa, pues su mirada se atomiza en la inmediatez de la económia individual y no el todo el proceso productivo y de aceleración de la pobreza en todas sus variantes, olvidando tal vez, que son víctimas de la omisión de la que son remitentes y que acusan de recibo también de las prácticas manipuladoras y entreguistas de la conciencia. Son por así decirlo, reproductores y a la vez víctimas del desprecio por el despojado, siendo ellos mismos parte de la milicia socialmente establecida sin previo aviso de los millones de desposeidos de su razón, de su memoría, de su conciencia y de esa fuerza centrífuga que vislumbra la intencionalidad del régimen criminal fascistoide biopolíticamente incorrecto. Y es entonces cuando la división hace gala de su rostro intolerante contra la razón que pregunta y cuestiona el porque de las cosas y el porque de su dirección. Es la voz de la sensatez la que asoma su verdad que pretenden esconder. Abrazo la silueta de tu sonrisa porque en ella encuentro la calidez que dá el respiro para acumular nuevamente fuerzas y continuar observando la oscuridad sociológica en la que los malos gobiernos tienen sumida la dignidad colectiva. La humanidad respira hoy, ya desde ayer, ya desde siempre, la maloliente racionalidad discursiva y fáctica del sometimiento que cada vez menos puede seguirse ocultando. Esa mirada tuya y la serenidad de tus palabras acompañan el resquicio de luz que se vé a lo lejos, que se mira como posibilidad en construcción.

Desde algún lugar del universo intergaláctico
Miguel A. Jauregui M.