Ricardo Ravelo nos lo plantea en Proceso
Entre la bruma y enredos del caso que involucra a Zhenli Ye Gon, y ahora al gobierno de Felipe Calderón, hay una sola cosa en claro: autoridades del gobierno anterior y del actual le dieron al empresario chino todas las facilidades para realizar sus multimillonarios, y presuntamente ilícitos, negocios. En el recuento de complicidades no se salvan ni el sistema nacional de aduanas ni la Secretaría de Salud ni las autoridades portuarias…
Con la complicidad de autoridades portuarias, de la Secretaría de Salud y de la Administración General de Aduanas, Zhenli Ye Gon se convirtió en uno de los traficantes de seudoefedrina más importantes durante el sexenio foxista.
Según datos de la Drug Enforcement Administration (DEA) y de la PGR, el destino de este precursor químico utilizado para la elaboración de drogas sintéticas era el cártel de Sinaloa, también conocido como cártel del Milenio.
Pero las cosas no terminan ahí. Las operaciones ilegales del empresario de origen chino salpicaron ya a un buen número de funcionarios de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) –dependiente de la Secretaría de la Salud– por su posible protección a Ye Gon, quien según su abogado en México, Rogelio de la Garza, “sigue escondido en alguna parte de la República Mexicana”.
El escándalo detonado por Ye Gon implica al gobierno del presidente Felipe Calderón, y particularmente al secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, en presuntas maniobras ilícitas para ocultar dinero ilegal destinado a la campaña por la Presidencia, según la denuncia del empresario prófugo.
Por lo pronto, la Secretaría de la Función Pública anunció el jueves 5 que investiga a altos funcionarios de la Secretaría de Salud que facilitaron a Ye Gon sus importaciones de seudoefedrina, químico usado, según él, para la fabricación de medicamentos legales, pero que también se utiliza para la elaboración de drogas sintéticas
Amplia y sofisticada es la red criminal operada por el empresario chino, de acuerdo con la investigación de la PGR. En dicha red figuran varios agentes aduanales, la mayoría relacionados con el exdirector general de Aduanas José Guzmán Montalvo, quien ahora controla varios despachos dedicados a litigar asuntos de comercio exterior.
Ye Gon es uno de los principales proveedores de ese producto químico utilizado en la elaboración de las llamadas drogas de diseño. Él pudo introducir, con permisos oficiales, decenas de toneladas de seudoefedrina y otros derivados de este precursor por los puertos y aeropuertos del país sin que ninguna autoridad lo molestara.
Documentos obtenidos por Proceso indican que Ye Gon no actuaba solo. Antes de incursionar en este negocio, a principios de 2000, era un boyante empresario dedicado a la importación de productos chinos, entre otros los textiles. En dichas operaciones se enganchó con la red de funcionarios aduanales encabezada por Guzmán Montalvo, según las investigaciones que lleva a cabo la PGR y que están registradas en la averiguación previa PGR/SIEDO/UEDS191/2006.
Acusado desde marzo pasado de traficar con los mencionados precursores químicos para la elaboración de drogas sintéticas, según la PGR, Ye Gon tejió una red de conexiones para legalizar sus presuntos negocios ilícitos, como lo demuestran documentos en poder de este semanario, pues lo mismo conectaba a la agencia aduanal Sonia Prieto, S.C. –una de sus operadoras para la importación de seudoefedrina– que obtenía permisos para introducir al país sus cuantiosos cargamentos.
De 2001 a 2004 Ye Gon actuó arropado por el sigilo oficial. Por ejemplo, mediante el permiso sanitario IPQ-0180-2003, la Secretaría de Salud, a través de la Subsecretaría de Regulación y Fomento Sanitario, autorizó al representante legal de la empresa Unimed Pharm Chem México, S.A. de C.V., la introducción al país de cuatro toneladas de sulfato de seudoefedrina, cuyo proveedor es Chifeng Arder Pharmaceutical Tecnology Co. LTD, una empresa afincada en China, y el principal contacto de Ye Gon.
Procedente de Mongolia, el cargamento llegó al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México el 23 de julio de 2003 y fue clasificado en ocho lotes debidamente ordenados. Antes de ser enviada, la mercancía fue certificada por la embajada de México en China, a través de Francisco Javier Góngora Rodríguez, entonces encargado de la sección consular en dicha legación. Ya en México, el cargamento fue entregado a Ye Gon sin mayores trabas.
Tales facilidades están acreditadas con la obtención de múltiples permisos que avalan varios movimientos similares. Un mes antes de la operación citada, Ye Gon obtuvo otro permiso –oficio 15506– de la Secretaría de Salud para importar seudoefedrina. Con ese documento, emitido por la misma dependencia y cuya copia fue dirigida a José Guzmán Montalvo, entonces director general de Aduanas, se autorizó el 20 de mayo de 2003 la introducción al país de otros cuatro mil kilos de esta sustancia.
El permiso lo firmó el doctor Alberto Carlo Frati Munari, director de Evaluación de Medicamentos. En uno de los apartados del oficio resalta un dato: que la seudoefedrina está destinada para su “reventa”.
En enero de 2004, y luego de obtener el permiso de importación IPQ-0004-2004, la Secretaría de Salud autorizó a la empresa de Ye Gon la importación de 11 toneladas de sulfato de seudoefedrina. Un mes después, el 6 de febrero, la misma dependencia le otorgó otro permiso, esta vez para importar de Mongolia 24 toneladas de clorhidrato de seudoefedrina. Ambas operaciones se llevaron a cabo en una de las aduanas donde Guzmán Montalvo tenía mayor control: la del Aeropuerto de la Ciudad de México, considerada por la DEA como la puerta de entrada y salida de drogas y dinero.
Con base en datos contenidos en los documentos oficiales, entre 2003 y 2004, Ye Gon y su empresa Unimed Pharm Chem México importaron unas 60 toneladas de seudoefedrina al país por la vía marítima y aérea, de acuerdo con las investigaciones de la PGR.
La red criminal de Ye Gon
Desde el comienzo de sus actividades ilegales, cuyos primeros pasos se detectaron a principios de 2000 y se confirmaron en 2005 con su apertura como filial de la empresa Unimed Pharmed Chem en México, la compañía tuvo amplios apoyos para instalarse en México, al igual que su representante legal: Zhenli Ye Gon.
Finalmente, la empresa fue incluida en el Registro Público de la Propiedad –escritura 128975– y con una celeridad inusual obtuvo el permiso 0927611 de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Con el respaldo gubernamental, Ye Gon pronto dejó de ser un extranjero en México: obtuvo la nacionalidad mexicana y en 2003 le fue expedido el pasaporte 03340003450.
De acuerdo con una radiografía elaborada por organismos de inteligencia del gobierno federal, Ye Gon no sólo era un empresario ligado al mundo de los medicamentos; era también el principal proveedor de seudoefedrina al cártel de Sinaloa, así como a todas las ramificaciones de esta organización en los estados de Michoacán, Jalisco, Veracruz y Chihuahua.
Entre la bruma y enredos del caso que involucra a Zhenli Ye Gon, y ahora al gobierno de Felipe Calderón, hay una sola cosa en claro: autoridades del gobierno anterior y del actual le dieron al empresario chino todas las facilidades para realizar sus multimillonarios, y presuntamente ilícitos, negocios. En el recuento de complicidades no se salvan ni el sistema nacional de aduanas ni la Secretaría de Salud ni las autoridades portuarias…
Con la complicidad de autoridades portuarias, de la Secretaría de Salud y de la Administración General de Aduanas, Zhenli Ye Gon se convirtió en uno de los traficantes de seudoefedrina más importantes durante el sexenio foxista.
Según datos de la Drug Enforcement Administration (DEA) y de la PGR, el destino de este precursor químico utilizado para la elaboración de drogas sintéticas era el cártel de Sinaloa, también conocido como cártel del Milenio.
Pero las cosas no terminan ahí. Las operaciones ilegales del empresario de origen chino salpicaron ya a un buen número de funcionarios de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) –dependiente de la Secretaría de la Salud– por su posible protección a Ye Gon, quien según su abogado en México, Rogelio de la Garza, “sigue escondido en alguna parte de la República Mexicana”.
El escándalo detonado por Ye Gon implica al gobierno del presidente Felipe Calderón, y particularmente al secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, en presuntas maniobras ilícitas para ocultar dinero ilegal destinado a la campaña por la Presidencia, según la denuncia del empresario prófugo.
Por lo pronto, la Secretaría de la Función Pública anunció el jueves 5 que investiga a altos funcionarios de la Secretaría de Salud que facilitaron a Ye Gon sus importaciones de seudoefedrina, químico usado, según él, para la fabricación de medicamentos legales, pero que también se utiliza para la elaboración de drogas sintéticas
Amplia y sofisticada es la red criminal operada por el empresario chino, de acuerdo con la investigación de la PGR. En dicha red figuran varios agentes aduanales, la mayoría relacionados con el exdirector general de Aduanas José Guzmán Montalvo, quien ahora controla varios despachos dedicados a litigar asuntos de comercio exterior.
Ye Gon es uno de los principales proveedores de ese producto químico utilizado en la elaboración de las llamadas drogas de diseño. Él pudo introducir, con permisos oficiales, decenas de toneladas de seudoefedrina y otros derivados de este precursor por los puertos y aeropuertos del país sin que ninguna autoridad lo molestara.
Documentos obtenidos por Proceso indican que Ye Gon no actuaba solo. Antes de incursionar en este negocio, a principios de 2000, era un boyante empresario dedicado a la importación de productos chinos, entre otros los textiles. En dichas operaciones se enganchó con la red de funcionarios aduanales encabezada por Guzmán Montalvo, según las investigaciones que lleva a cabo la PGR y que están registradas en la averiguación previa PGR/SIEDO/UEDS191/2006.
Acusado desde marzo pasado de traficar con los mencionados precursores químicos para la elaboración de drogas sintéticas, según la PGR, Ye Gon tejió una red de conexiones para legalizar sus presuntos negocios ilícitos, como lo demuestran documentos en poder de este semanario, pues lo mismo conectaba a la agencia aduanal Sonia Prieto, S.C. –una de sus operadoras para la importación de seudoefedrina– que obtenía permisos para introducir al país sus cuantiosos cargamentos.
De 2001 a 2004 Ye Gon actuó arropado por el sigilo oficial. Por ejemplo, mediante el permiso sanitario IPQ-0180-2003, la Secretaría de Salud, a través de la Subsecretaría de Regulación y Fomento Sanitario, autorizó al representante legal de la empresa Unimed Pharm Chem México, S.A. de C.V., la introducción al país de cuatro toneladas de sulfato de seudoefedrina, cuyo proveedor es Chifeng Arder Pharmaceutical Tecnology Co. LTD, una empresa afincada en China, y el principal contacto de Ye Gon.
Procedente de Mongolia, el cargamento llegó al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México el 23 de julio de 2003 y fue clasificado en ocho lotes debidamente ordenados. Antes de ser enviada, la mercancía fue certificada por la embajada de México en China, a través de Francisco Javier Góngora Rodríguez, entonces encargado de la sección consular en dicha legación. Ya en México, el cargamento fue entregado a Ye Gon sin mayores trabas.
Tales facilidades están acreditadas con la obtención de múltiples permisos que avalan varios movimientos similares. Un mes antes de la operación citada, Ye Gon obtuvo otro permiso –oficio 15506– de la Secretaría de Salud para importar seudoefedrina. Con ese documento, emitido por la misma dependencia y cuya copia fue dirigida a José Guzmán Montalvo, entonces director general de Aduanas, se autorizó el 20 de mayo de 2003 la introducción al país de otros cuatro mil kilos de esta sustancia.
El permiso lo firmó el doctor Alberto Carlo Frati Munari, director de Evaluación de Medicamentos. En uno de los apartados del oficio resalta un dato: que la seudoefedrina está destinada para su “reventa”.
En enero de 2004, y luego de obtener el permiso de importación IPQ-0004-2004, la Secretaría de Salud autorizó a la empresa de Ye Gon la importación de 11 toneladas de sulfato de seudoefedrina. Un mes después, el 6 de febrero, la misma dependencia le otorgó otro permiso, esta vez para importar de Mongolia 24 toneladas de clorhidrato de seudoefedrina. Ambas operaciones se llevaron a cabo en una de las aduanas donde Guzmán Montalvo tenía mayor control: la del Aeropuerto de la Ciudad de México, considerada por la DEA como la puerta de entrada y salida de drogas y dinero.
Con base en datos contenidos en los documentos oficiales, entre 2003 y 2004, Ye Gon y su empresa Unimed Pharm Chem México importaron unas 60 toneladas de seudoefedrina al país por la vía marítima y aérea, de acuerdo con las investigaciones de la PGR.
La red criminal de Ye Gon
Desde el comienzo de sus actividades ilegales, cuyos primeros pasos se detectaron a principios de 2000 y se confirmaron en 2005 con su apertura como filial de la empresa Unimed Pharmed Chem en México, la compañía tuvo amplios apoyos para instalarse en México, al igual que su representante legal: Zhenli Ye Gon.
Finalmente, la empresa fue incluida en el Registro Público de la Propiedad –escritura 128975– y con una celeridad inusual obtuvo el permiso 0927611 de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Con el respaldo gubernamental, Ye Gon pronto dejó de ser un extranjero en México: obtuvo la nacionalidad mexicana y en 2003 le fue expedido el pasaporte 03340003450.
De acuerdo con una radiografía elaborada por organismos de inteligencia del gobierno federal, Ye Gon no sólo era un empresario ligado al mundo de los medicamentos; era también el principal proveedor de seudoefedrina al cártel de Sinaloa, así como a todas las ramificaciones de esta organización en los estados de Michoacán, Jalisco, Veracruz y Chihuahua.
Según la PGR, los beneficiarios eran los hermanos Beltrán Leyva, socios de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, Ignacio Nacho Coronel e Ismael El Mayo Zambada, cuya organización incursionó en el mercado de las drogas de diseño ante el desplome de la cocaína en los mercados nacional y estadunidense, respectivamente (Proceso 1589).
Pero las redes de Ye Gon con altos funcionarios del gobierno de Felipe Calderón parecen ser aún más amplias, según el propio empresario. En una entrevista concedida en mayo pasado a la agencia Associated Press (AP) en Estados Unidos difundida el domingo 1 de julio, el mismo día que Felipe Calderón festejaba en la sede del PAN el aniversario de su cuestionado triunfo electoral y publicada al día siguiente en los periódicos nacionales, Ye Gon denunció que la mayor parte del dinero hallado en la casa de Las Lomas –unos 130 millones de dólares– pertenece al PAN. Así mismo dijo que miembros de este instituto político, entre ellos Javier Lozano Alarcón, secretario del Trabajo y Previsión Social, enviaron ese dinero a su domicilio el verano pasado para que lo guardara.
Según sus afirmaciones a la agencia AP, el dinero iba oculto en bolsas de lona. Cada una, dice, contenía 5 millones de dólares; aseguro que el dinero presuntamente estaba destinado al financiamiento de la campaña presidencial de Felipe Calderón.
En la nota difundida por AP con la firmas de Mark Stevenson y Michael Rubinkam, Ye Gon sostiene que la historia comenzó en mayo de 2006, cuando Lozano Alarcón llegó a su casa y amenazó con matarlo si no almacenaba el dinero.
Y en ese ríspido encuentro, según Ye Gon, Lozano le lanzó la ya célebre frase de “cooperas o cuello”, mientras el ahora secretario del Trabajo “se pasaba la mano alrededor del cuello a manera de cuchillo”, dijo el empresario en una de las partes medulares de la entrevista. Y agregó que luego de esta amenaza “cargamentos adicionales de dinero habían sido posteriormente entregados por un secuaz” y guardados en la casa de Las Lomas donde la PGR encontró los 205 millones de dólares tras el cateo del 15 de marzo pasado.
Paralelamente, ese mismo domingo 1, el abogado de Ye Gon, Ning Ye, envió por fax una carta de cuatro páginas al presidente Felipe Calderón a través de la embajada en Washington, en la que ratifica lo dicho por su cliente en la entrevista con AP: que Javier Lozano, el secretario del Trabajo, fue quien entregó el dinero a su cliente para que éste lo guardara, y que dichos fondos eran para la campaña presidencial. Luego le exige al mandatario “cerrar rápidamente” el caso; además le sugiere una negociación para resolverlo por así convenir a las partes.
En la misiva el abogado de Ye Gon le pide a Calderón su intervención en lo que considera un caso “completamente infundado y sin ninguna evidencia significativa…”. Y le cuestiona al mandatario: “¿No le ha llamado la atención el hecho de que su procuraduría no ha encontrado una sola partícula de narcóticos en ningún lugar, desde la bodega de mi cliente hasta su casa?, ¿no ha investigado a sus familiares o trabajadores?”
El abogado Ning Ye dice en la misma carta que el embarque de 19 toneladas del polvo blanco incautadas en enero de este año en el puerto de Lázaro Cárdenas no era seudoefedrina, como lo aseguró la PGR luego del aseguramiento. Por eso insiste: “Tiene que revisar los procedimientos que realizó el laboratorio forense de su país”.
Las declaraciones de Ye Gon volvieron a provocar dudas sobre la campaña presidencial de Felipe Calderón. Cuando le fue mostrada la fotografía de Javier Lozano Alarcón, el empresario no dudó en señalarlo como la persona que lo amenazó de muerte si no cooperaba para ocultar el dinero en la casa de Las Lomas.
Entrevistado vía telefónica por Proceso el jueves 5, Javier Lozano Alarcón negó conocer a Zhenli Ye Gon. Nervioso, el secretario del Trabajo externó: “Yo te puedo decir con todas las letras y de manera tajante que es absolutamente no (sé quién es él); nunca, jamás en la vida ni directa ni indirectamente ni telefónica ni electrónica ni personalmente”.
–¿De dónde sale entonces el dato de que usted le entregó el dinero y le prestó la casa al empresario de origen chino?
–Ellos lo tienen que explicar, es muy difícil para mí darte una explicación negativa, ¿no? Esto es absolutamente falso…
La versión mexicana
Según las investigaciones de la PGR, en el organigrama de Ye Gon para la importación y comercialización de seudoefedrina tenía como operadores a Juan José Escandón Paz, José Arteaga y una mujer identificada como Georgina “N” (Proceso 1589).
La persecución contra Ye Gon se aceleró tras el decomiso de 19 toneladas de efedrina en el puerto de Lázaro Cárdenas. Poco después de ese hecho, fueron detenidos dos agentes aduanales –Roberto Javier Quintanilla Salazar y Uriel Martínez Sánchez–, presuntos miembros de la red criminal de Ye Gon, según las acusaciones del Ministerio Público Federal. El miércoles 4, un juez dictó auto de formal prisión en contra de Quintanilla Salazar. Tanto él como Martínez Sánchez son defendidos por el exfiscal antidrogas de la PGR Javier Coello Trejo.
Sin embargo, el abogado de Ye Gon en México, Rogelio de la Garza, sostiene que la sustancia asegurada en Lázaro Cárdenas, Michoacán, no es seudoefedrina, sino Hydroxybenzyl-n-Methyl Acetethamine, un químico para elaborar medicamentos que no está restringido en México y tampoco requiere permisos para ser importado.
–¿Por qué la PGR confirmó que se trataba de seudoefedrina? –se le pregunta.
–La PGR analizó la sustancia mediante su combinación con otros químicos que, sometidos al calor, dieron positivo en seudoefedrina, pero ese resultado es falso y debe aclararse.
El litigante sostiene que los 2005 millones de dólares asegurados en la casa de Las Lomas serán justificados.–Esto parece imposible… ¿cuál es el origen del dinero?
–Eso lo vamos a probar en su momento.
Aportaré las pruebas, pero por ahora no puedo adelantarlas porque se descubriría mi estrategia legal.
De la Garza, defensor de 11 de las 13 personas vinculadas a la presunta red criminal del empresario chino detenidas tras el cateo en la casa de las Lomas, refuta al abogado Ning Ye, pues señala que su cliente nunca dijo lo que difundió la agencia AP en el sentido de que fue amenazado de muerte por un tal “Javier Alarcón” si no aceptaba esconder el dinero.
Según el abogado mexicano, su cliente no domina el español; lo que Ye Gon quiso decir con la frase “cooperas o cuello” tiene que ver con los secuestros que sufrió, presuntamente perpetrados por agentes de la AFI y de la PFP el año pasado. En el primero –dice el litigante– a Ye Gon le quitaron el dinero de la nómina de sus empresas; en el segundo los presuntos agentes le exigieron un pago de 5 millones de dólares.
“En uno de dos secuestros, el señor Zhenli Ye Gon escuchó que fue mencionado un tal Javier Alarcón. Él (Ye Gon) presume que se trata de uno de los agentes que lo secuestraron y fue quien le expresó la frase cooperas o te vas, pero nunca quiso referirse al secretario del Trabajo ni existen elementos para que él haya sostenido que el dinero era para la campaña presidencial.”
–La carta enviada al presidente Felipe Calderón es muy clara en sus señalamientos. ¿Cuál es el fondo de este alud de versiones y afirmaciones?–
Lo que he comentado con el señor Zhenli es que eso (la entrevista y la carta) fue la recomendación del abogado de Estados Unidos (Ning Ye) para dar una opinión respecto del asunto y todo fue para frenar el deterioro de la imagen negativa de la que estaba siendo objeto en México mi cliente.
“El abogado de Estados Unidos tiene una forma de operar. Él piensa que de la misma forma en que maneja sus asuntos allá lo puede hacer en México, pero realmente no es lógico si no se conoce cómo se manejan los juicios en otro país y quieren llegar a una negociación como está permitido en Estados Unidos.”
Rogelio de la Garza niega que su cliente se haya acogido al programa de testigos protegidos en Estados Unidos y explica por qué no se le ha detenido a pesar de que, como lo muestran videos y fotografías publicadas, camina por las calles de Nueva York como si nada debiera.
“No lo detienen porque no lo encuentran”, dice De la Garza, quien aclara que legalmente su cliente “está sustraído de la acción de la justicia”, tiene una ficha roja girada por Interpol y reitera que no es ni será testigo protegido porque “por política personal yo no defiendo a testigos protegidos”. Contrario a lo que afirma el abogado Ning Ye, quien dice que Ye Gon está en Estados Unidos, De la Garza afirma: “Mi cliente no ha salido de México. Está escondido en alguna parte de la República Mexicana”. ?
COMENTO YO:
Así como no dudo de las actividades criminales de narcotráfico, contra la salud, contra el fisco, etc. de ElChino, tampoco puedo dejar de pensar que si trabajaba con tanta complicidad de funcionarios de altos niveles de varias dependencias, es lógico que lo hayan elegido para otra más de las acciones ilegales que acostumbran hacer y/o $olapar, como es guardar dinero mal habido para la campaña de FECAL, al fin y al cabo, lo tenían "agarado con los dedos en la puerta" y tenía que cooperar (copelas o cuelo).
Y una vez consumado el MEGA FRAUDE, se debería de recuperar el dinero sobrante realizando tres acciones impotantes:
a).- Recuperar el dinero
b).- Desaparecer testigos (con acusaciones falsas o reales)
c).- Integrar el dinero chueco a la circulación (en el BankOf America).
CON SOSPECHOSISMO
Es pura casualidad que existan "4 direcciones 4" en Lomas de Chapultepec, que obtuve de un artículo publicado en senderodelpeje por Juán Carlos, y que además el pasado sábado 7 de julio, me fui a checar físicamente la zona de las Lomas de Chapultepec, comprobando que no hay más de tres cuadras de distancia entre ninguna de ellas; a saber:
- CASA DEL CHINO.- Sierra Madre #515 ( hay policias secretos)
- REUNIÓN DE FECAL CON GUERRILLEROS.- Montes Himalaya #920
- OFNAS. DE JAVIER LOZANO ALARCON (STPS).- Monte Everest #615 y,
- OFNAS DE LA ODCA (Manuel Espino).- Reforma #505 Esq. Monte Altai.
Anexo la dirección de Google donde podemos ver el mapa de la zona que preparó y publicó Juán Carlos en el senderodelpeje.
MAPA DE LA CORRUPCION PAN-OCDA-CHINO-FECAL
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