Sin lugar a dudas, 2007 pasará a la historia como el año del “pago de facturas”, pues si hacemos un breve recuento de los acontecimientos, nos damos cuenta que todos ellos estuvieron encaminados a saldar favores recibidos por Felipe Calderón desde antes del 2 de julio de 2006.
Así, podemos ver que, primero, el principal beneficiario del aumento en el precio de la tortilla fue Roberto González y que luego el gobierno anunció la reconcesión de las carreteras rescatadas años atrás con recursos fiscales, incluyendo en el reparto a grupos empresariales que estuvieron involucrados en dicho rescate; y sin importar que se vieran doblemente beneficiados.
Al respecto, por cierto, no hay que olvidar que en ese momento, el brillante titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes señaló que no existía impedimento alguno para que cualquier grupo participara en las licitaciones, incluyendo a la ahora inhabilitada empresa Gutsa.
Semanas después le tocó el turno a Elba Esther Gordillo, quien recibió su pago con la llamada Ley del ISSSTE que, en síntesis, fue la expropiación de los fondos de ahorro de los trabajadores para ser puestos a disposición de ella y de los banqueros.
El asunto no paró ahí, pues poco tiempo después le tocó cobrar al Poder Judicial; recibió más de 700 millones de pesos producto del dinero incautado de manera poco legal y transparente a quien se convirtió en el chinito más famoso de México: Zhen Li Ye Gon, y de quien por cierto lo último que se supo fue que en Estados Unidos se había decidido postergar su juicio.
Sin embargo, su histórica frase “copelas o cuello” sirvió de inspiración a Calderón y Agustín Carstens para proponer su mal llamada reforma fiscal, cuyo fundamento teórico más sólido es la premisa: “tú pagal impuestos o cuello”, y cuyo objetivo final fue incrementar la carga de los contribuyentes que ya pagaban impuestos para dejar intactos los paraísos fiscales en los que tributan los grandes grupos económicos que también apoyaron activamente la campaña de Calderón y legitimaron el fraude del 2 de julio de 2006.
En la lista siguió el destacado “banquero” Roberto Hernández, quien acompañado de otros destacados empresarios, (muchos de ellos rescatados por el Fobaproa), y apoyado en el también salvado Banamex, decidió adquirir a precio de regalo la compañía Aeroméxico.
Desafortunadamente, el pago de estas facturas se ha hecho con cargo al bienestar de la población, ya que su costo se refleja en la grave situación económica por la que atravesamos.
Así, por ejemplo, el crecimiento económico, que este año que termina será de tan sólo la mitad de lo registrado en 2006, lo que de ninguna manera puede sustentar un incremento en el nivel de empleo de la población.
A esto se añade que todos los sectores de la economía se han debilitado: las manufacturas muestran al mes de septiembre una caída de 0.4 por ciento en el nivel de empleo, lo que se compara desfavorablemente con el crecimiento de 1.4 por ciento observado en 2006; la industria, que hasta septiembre del año pasado creció a una tasa de 5.0 por ciento, para 2007 registró un crecimiento de sólo uno por ciento; la construcción, que por su naturaleza es gran generadora de empleo, en 2006 creció a una tasa de 7 por ciento, para el presente año muestra un crecimiento de apenas 1.9 por ciento.
A todo ello hay que agregar también el brutal incremento en el costo de los productos que integran la canasta básica; el deterioro del poder adquisitivo de la población, y los problemas de cartera vencida, que nuevamente se han convertido en un problema social.
Por desgracia, las cosas empeorarán en 2008, no sólo por los incrementos en los precios que tendrán la mayoría de los granos básicos o por el gasolinazo, mucho menos por el incremento que tendrá la energía eléctrica: la razón de fondo es que el “blindaje económico” del cual se ufana Calderón es un mensaje claro a los grupos de poder de que el pago de facturas continuará, ya que esto es la única manera de sostener a un “gobierno” que llegó –y que se quiere mantener de la misma forma– de manera ilegítima al poder.
La reforma energética, el ASPAN y la renta de las instituciones del Estado al mejor postor son las facturas que se buscarán saldar durante 2008 y son, al mismo tiempo, la parte central del mal llamado “blindaje económico” que a todos favorece menos a la sociedad en general.
*Secretario de la hacienda pública del gobierno legítimo
APOYANDO SIEMPRE EL PROYECTO DE AMLO
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