¿En dónde se quedó todo lo demás, en dónde dejé lo que también era. A dónde se fué, en dónde está. En dónde quedó lo que hacía, en dónde quedaron los amigos, las amigas, el desvelo, las charlas, los cafés, la luces, la música, la noche y el día. Dónde quedó el significado de diversión para mi, las grandes sonrisas, los desvelos alegres, las charlas simples y sencillas. En dónde quedó lo que era, en dónde dejé de ser Yo. En donde quedé . . . y la emoción de la noche y el secreto de los días, y la despreocupación por el mañana, y la libertad de la sonrisa, de la luz en la mirada. En dónde quedaron los amig@s, los viajes y viajes, el viento soplando mi cabello, los lugares desconocidos, la personas aún no vistas. Dónde puse mi alma, la carcajada derrochada sin prisa, donde quedé antes de ser lo que ahora me preocupa, en medio de la fragmentación cotidiana, entre libros y libros, entre lecturas y conceptos, entre las prisas de los números, entre lo urgente y lo importante, en dónde quedé para ahora ser de los demás, de tod@s, de nadie, menos de Mi y para Mi.
En donde me quedé, que ahora no me encuentro, que ahora no soy, más que un ser preocupado por el destino de tod@s menos por el suyo.
En dónde me quedé ?. . .
Desde algún lugar del universo intergaláctico
MIguel A. Jauregui M.
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