2007/03/02

DON EPIGMENIO IBARRA

DESDE HACE UNA SEMANA, DON EPIGMENIO IBARRA NOS PUSO A DISPOSICIÓN SU BLOG http://sobrefox.blogspot.com/ Y SIEMPRE ESTAREMOS ATENTOS A SUS IMPORTANTES NOTICIAS Y PENSAMIENTOS.

jueves 1 de marzo de 2007

CALDERÓN EN SU LABERINTO
Complicada la tiene Felipe Calderón y tanto que aunque se vista de verde olivo o se presente ante el país como el cruzado de la ley y el orden, para millones de mexicanos, seguirá siendo el suyo un gobierno no sólo manchado de origen sino incapaz de producir los grandes cambios que México necesita. La propaganda, por eficaz que parezca, alcanza sólo para limpiar parcialmente la imagen pública de un mandatario, no para sacudir al país como hay que sacudirlo cuando se pretende librarlo de un grave peligro como el que nos amenaza. Difícil pensar que puede convocarse a la nación a luchar contra el narco, lo que implica necesariamente una reconstrucción de las instituciones, cuando este gobierno ha nacido precisamente de la ruina de las mismas. Con una tenacidad que hace dudar seriamente de su supuesta torpeza o ingenuidad Vicente Fox demolió lo poco que quedaba en pie, entregó amplias porciones del territorio nacional al crimen organizado y todo lo hizo con el propósito de cerrar el paso a su adversario político y sentar en la silla a su candidato. Lo logró; es cierto. ¿A qué costo?Podrá Calderón poner miles de soldados en la calle; tomarse municipios y estados enteros. Disputar y negar territorio a los narcotraficantes, algo que por pura dignidad y elemental instinto de sobrevivencia se debió haber hecho desde hace mucho tiempo. Arrebatarles incluso algunas zonas, convertidas merced a la omisión criminal de Fox, en verdaderos santuarios. Sacar provecho mediático de esas ocupaciones temporales, de esa victoria pírrica. Cada ciudad, cada pueblo, cada serranía seguirá siendo, sin embargo, una coladera. Tapado un agujero se destapará otro; entre los dedos de la “mano dura” pasarán los sicarios y en medio de retenes y dispositivos seguirán actuando impunemente; hará la prensa entonces –ya lo está haciendo- escarnio de Calderón, el ejército y los cuerpos policiacos y volverá a rondar a su alrededor el fantasma de la falta de legitimidad ahora acompañado por el de la ineficacia. Ese mal; el descrédito, lo sabe el ejército, se contagia rápido; como también sabe que los que exigen mano dura tienen poca paciencia.El narcotráfico –en América Latina- ya no es un problema exclusivamente policiaco o militar; no se resuelve aplicando –como dicen los expertos- “masa de fuerza”, tampoco, como creen otros que critican los despliegues ordenados por Calderón, con información de inteligencia u operaciones especiales. Si así fuera los norteamericanos –con sus satélites, sus aviones, sus supercomputadoras- hace ya tiempo que habrían acabado con el ultimo cartel, eso claro, en el caso de que realmente les interesara hacerlo. Qué va. El cáncer no se cura con aspirinas.Ahí donde opera el narco construye y mantiene base social, se arraiga en comunidades rurales, barrios y colonias de las ciudades donde, para muchos, representa una oportunidad de salir adelante. Con plata o plomo elimina o compra a sus perseguidores. Sus tentáculos alcanzan las más altas esferas del poder económico y político; también ahí, en la cúpula de la sociedad, está arraigado y a tal extremo que, para seguir con la metáfora del cáncer, podemos hablar de metástasis. No es pues ya solamente, insisto, un asunto de soldados y policías. La lucha contra el crimen organizado –una batalla por la sobrevivencia del estado- pasa por la renovación profunda de las instituciones y no sólo de las encargadas directas de combatirlo, lo que Felipe Calderón, con su pecado original a cuestas, difícilmente puede lograr. La lucha contra el crimen organizado pasa por la supresión de esa atmósfera vital, que ha permitido que respire y crezca al grado de desplazar al estado; la impunidad y ante esto Calderón tiene las manos atadas. Enfrentar al narco implica combatir la corrupción, arrancar, la que tras décadas de régimen autoritario se volvió la segunda piel de los gobiernos priístas cuyos usos y costumbres hizo propios, superándolos, Vicente Fox. ¿Podrá Calderón ir contra su antecesor sin encontrarse ante el espejo? La lucha contra el crimen organizado, por ultimo, sólo puede librarse, con ciertas posibilidades de éxito, si en este país se consolida la democracia porque sólo un pueblo que sabe que su voluntad es respetada, hace suyo el gobierno, confía en sus instituciones, en los mecanismos de imparticion de justicia, puede unido librar esta batalla decisiva. Lo dicho; perdido en su laberinto nada fácil la tiene Calderón en su cruzada. Nada fácil, ante esta amenaza, por desgracia, la tenemos todos.
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jueves 22 de febrero de 2007

VAMOS SOBRE FOX.COM
Epigmenio IbarraSi Vicente Fox no quiso ni pudo, menos va a querer y menos va a poder Felipe Calderón. Si ni con el aval de haber ganado con tan amplio margen, ni con la fuerza histórica de haber sido el primer presidente electo por los ciudadanos y no por su antecesor, luego de un proceso limpio y democrático, Fox se atrevió a cumplir con el mandato de conducir al país a la democracia liberándose de los cómplices y amigos que le ayudaron en su campaña, ¿cómo va a librarse Calderón -con su pobrísimo 0.58% de ventaja y luego de un proceso tan cuestionado- de compromisos inconfesables con aquellos que le regalaron la victoria? ¿Cómo va a querer actuar con la ley en la mano, porque puede hacerlo, contra Vicente Fox, quien por algo más que su proverbial incontinencia verbal o su tozudez crónica, predica a los cuatro vientos que a él le debe Calderón –convertido en mero instrumento de desquite personal- su victoria? Que Felipe Calderón lograra acortar la enorme ventaja que López Obrador le llevaba y terminara por superarlo en el proceso electoral no puede adjudicarse sólo a los enormes errores –que fueron muchos- de este último y de su equipo de colaboradores. Quien esto sostiene falta a la verdad y comulga y pretende hacer comulgar, a quien se lo dice, con enormes ruedas de molino. Calderón debe su victoria –por ese margen estrechísimo y que muchos consideran resultado de una adulteración de los sufragios- a la acción ilegal de Vicente Fox y del gobierno federal que desplegaron un aparato propagandístico nunca antes visto y cuyo impacto (no son mitos, mi querido Ciro) no puede desdeñarse en absoluto. Calderón se impuso en la contienda presidencial gracias a la intromisión –también ilegal y hasta ahora impune- de la cúpula empresarial y al apoyo de dignatarios de la iglesia católica. Por eso, aunque le moleste, afecte su imagen, acote su margen de maniobra ya de por sí escaso, y debilite a su administración, Felipe Calderón no puede actuar como lo hizo Lázaro Cárdenas en su tiempo contra Plutarco Elías Calles y sus pretensiones de mandar sobre el presidente en turno. No puede callar a Vicente Fox ni puede, mucho menos, perseguirlo; quizás no haya sido su candidato pero está sentado en la silla gracias a él y Fox, en el colmo del cinismo, no cesa de recordárselo. La impunidad – esa certeza que hace a Fox sentirse tan libre y deslenguado- es, hasta ahora, la garantía de continuidad del sistema político mexicano. Así y por eso funcionó el régimen en los tiempos del PRI; así funciona –a contrapelo de los ideales de sus fundadores- en los tiempos del PAN. Fox sacó al PRI de Los Pinos pero hizo suyas, además de la política económica, las peores prácticas del sistema. La transición a la democracia; la transformación del país no habrá de producirse en tanto quienes delinquen –sobre todo quienes lo hacen desde el poder- no sean llevados ante la justicia y se rompa este ciclo sexenal pernicioso de un hombre y su corte que endiosados por el manejo absoluto del poder se corrompen y corrompen, por el sólo hecho de designarlo de la manera en que lo hacen, al que habrá de ser su sucesor.Los mecanismos de trasmisión del poder descansan en nuestro país en un sistema de complicidades y culpas compartidas. Uno a otro los presidentes priistas se ataban las manos sucias y compraban para sí y los suyos un futuro seguro. Cómplice el uno del otro terminaron rigiéndose por leyes del silencio propias de la mafia. Así heredó el poder Fox a Calderón; con candados, intereses ajenos al servicio público y profundas limitaciones nacidas de la sumisión y la complicidad. De nada le sirve pues a Calderón vestirse de verde olivo; presentarse como un adalid de la ley y el orden; está manchado de origen, el suyo es un pecado original que no puede borrarse.Y como el no lo va a hacer, como no va a poner a Fox en su lugar. Como tampoco las instituciones de procuración de justicia, ni la corte, ni la autoridad electoral que reconoció la intromisión presidencial sin hacer nada al respecto, actuarán contra Fox para cobrarle la deuda que tiene con el país la tarea nos corresponde a nosotros; los ciudadanos. Vamos sobre Fox; porque ir sobre él, romper la burbuja de impunidad que lo protege, no es sólo hacerse eco de la pelea de camarillas –que se esta librando y la súbita recuperación de la memoria de Moreira es un ejemplo- sino algo mucho más grave, más urgente. Asumamos un compromiso con la democracia, discutamos el asunto; nos vemos si usted quiere, aquí, en este blog.

Publicado por sobre fox los 21:11 25 comentarios

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